En mi caso, los libros que más marcaron mi niñez son: El Libro Gordo de Petete creado por el argentino Manuel García Ferré, El Club de Cinq escrito por la inglesa Enid Blyton,Tintin de Hergé, todas historias de Julio Verne y los poemas de Rafael Pombo el autor colombiano.
A la edad de nueve años ya había leido los quince tomos de la Enciclopedia de Salvat editores "El mundo de los Niños." Por lo tanto recitaba todas las maravillas del mundo, los poemas y trabaluengas. Como era más arriesgada que otros niños leí con algo de susto y pensando que era sólo para adultos ,el tomo dedicado a los papás. Amigas de aquí viene mi habilidad para entender tanto a los niños!
Con el libro Gordo de Petete, aprendí el método científico. Científico dirán algunos eso fué en clase con Mr. XY. La verdad fue con Petete y sus experimentos de toda clase. Con Julio Verne viajé a miles de lugares que sólo vine a conocer de adulta, no obstante aún estoy a la espera del viaje a la luna. Con Tintin y el Club de los Cinco desarrollé mis habilidades de investigación, el gusto por los paseos, aventuras en el campo y culturas casi que desconocidas en la época pre CNN, televisión a color e internet. He de anotar que aunque para alguns Tintin es un comic, yo lo considero libro por su riqueza literaria y de expresión.
De no ser porque en mi casa me inculcaron el gusto por la lectura y porque aprendí a leer leyéndole el periódico a mi papá, hubiera tenido una vida muy complicada, pués en el Liceo Francés rompimos el "récord mundial de lectura entre los adolescentes", leyendo decenas de libros para las investigaciones de cada uno de los ensayo literarios que escribimos y creo que fueron más de mil!. Recalco aquí que eso de escanear un libro en vez de leerlo no existía en nuestras mentes adolescentes.
Y como para recordar estamos les copio Rinrin Renacuajo de Rafael Pombo. Ustedes me darán la razón: !Que mejor manera de enseñarle a los niños a no salir de casa solos!
El hijo de rana, Rinrín renacuajo
Salió esta mañana muy tieso y muy majo
Con pantalón corto, corbata a la moda
Sombrero encintado y chupa de boda.
-¡Muchacho, no salgas¡- le grita mamá
pero él hace un gesto y orondo se va.
Halló en el camino, a un ratón vecino
Y le dijo: -¡amigo!- venga usted conmigo,
Visitemos juntos a doña ratona
Y habrá francachela y habrá comilona.
A poco llegaron, y avanza ratón,
Estírase el cuello, coge el aldabón,
Da dos o tres golpes, preguntan: ¿quién es?
-Yo doña ratona, beso a usted los pies
¿Está usted en casa? -Sí señor sí estoy,
y celebro mucho ver a ustedes hoy;
estaba en mi oficio, hilando algodón,
pero eso no importa; bienvenidos son.
Se hicieron la venia, se dieron la mano,
Y dice Ratico, que es más veterano :
Mi amigo el de verde rabia de calor,
Démele cerveza, hágame el favor.
Y en tanto que el pillo consume la jarra
Mandó la señora traer la guitarra
Y a renacuajo le pide que cante
Versitos alegres, tonada elegante.
-¡Ay! de mil amores lo hiciera, señora,
pero es imposible darle gusto ahora,
que tengo el gaznate más seco que estopa
y me aprieta mucho esta nueva ropa.
-Lo siento infinito, responde tía rata,
aflójese un poco chaleco y corbata,
y yo mientras tanto les voy a cantar
una cancioncita muy particular.
Mas estando en esta brillante función
De baile y cerveza, guitarra y canción,
La gata y sus gatos salvan el umbral,
Y vuélvese aquello el juicio final
Doña gata vieja trinchó por la oreja
Al niño Ratico maullándole: ¡Hola!
Y los niños gatos a la vieja rata
Uno por la pata y otro por la cola
Don Renacuajito mirando este asalto
Tomó su sombrero, dio un tremendo salto
Y abriendo la puerta con mano y narices,
Se fue dando a todos noches muy felices
Y siguió saltando tan alto y aprisa,
Que perdió el sombrero, rasgó la camisa,
se coló en la boca de un pato tragón
y éste se lo embucha de un solo estirón
Y así concluyeron, uno, dos y tres
Ratón y Ratona, y el Rana después;
Los gatos comieron y el pato cenó,
¡y mamá Ranita solita quedó!
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